El pasado sábado, 2 de noviembre, nuestras ANDAINAS CULTURALES 5X8=40 nos llevaron a Mera (Oleiros). Allí nos esperaban dos faros. Hermanos, que no gemelos. El mayor mide 14 metros y emite luz blanca. El pequeño, de 11 metros emite luz blanca y roja.
No son en realidad unos faros, son torres de enfilación destinadas a favorecer la entrada en el puerto de A Coruña. Solo alcanzan 8 millas náuticas, pero su función ha sido primordial desde su construcción en 1917.
Entre ambos faros nos aguardaba nuestro punto de encuentro: la antigua casa del farero se ha convertido en una coqueta Aula del Mar, un pequeño centro de interpretación que dedica la mayor parte del espacio a mostrarnos el valor ecológico del monumento natural Costa do Dexo-Serantes.
Susana Varela, la técnica de turismo del Concello de Oleiros fue la encargada de de mostrarnos toda esa riqueza de fauna y flora entre paneles y recreaciones. Los acantilados son un ecosistema complicado para la vida de las plantas, pero allí son capaces de resistir algunas especies a las que el viento y la escasez de suelo no son capaces de vencer. Se juntan, se aprietan, forman un suelo almohadillado y resisten.
Tras ver cómo se forman las “furnas” o cómo trabajan los “percebeiros” subimos a la terraza, un auténtico lujo. Milagrosamente no cayó ni una gota de agua, pero el viento intentó acallar las palabras de Arsenio Embudo, nuestro polifacético invitado/anfitrión.
Arsenio nos explicó cómo funcionaba el sistema luminoso de las torres de enfilación, cuál es la forma ideal de entrar a puerto, cómo antes de que se construyesen los pseudo-faros los marineros se orientaban gracias al “seixo branco”, el llamativo fenómeno ecológico de una grieta con gran cantidad de cuarzo capaz de producir un resplandor que señalaba la posición de la costa.
Tras las explicaciones de la terraza, comenzamos a caminar. Durante algo más hora y media paseamos por el Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes. Un espacio al que hay que tratar con el máximo respeto, pues se trata de uno de los principales ecosistemas de Galicia. Forma parte de la Red Natura 2000 como zona de Especial Conservación. Arsenio nos fue mostrando furnas, islotes y acantilados.
En las zonas más elevadas, disfrutamos de unas bellísimas estampas de la ciudad de A Coruña, destacando la presencia de la Torre de Hércules, con la que desde ahora siempre imaginaremos líneas de luz.
El cormorán moñudo y la gaviota patiamarilla son los animales más visibles en este territorio, pero ocultos entra la vegetación sentimos las miradas de muchos otros, más huidizos.
Seguimos caminando y emprendemos el regreso. Estos faros que no son faros se muestran puntuales y con su luz nos ayudan a regresar a nuestros coches. Ni una gota de agua. Ha sido un milagro.